domingo, 9 de noviembre de 2008

2040

En un día cualquier del año de 2040, las dos mujeres estaban mirando por la ventana, no había mucho que mirar porque no había nada para verse, pero ese tiempo de silencio era necesario. Las palabras huían de aquella mente ya no muy joven. ¿qué decirle?


- Hija, no es sencillo hablarte acerca del pasado. Son tantos años de historia, de luchas, trabajo, sueños y de sorpresas...


- Lo reconozco, abuelita, pero es importante para mí.


- Hija, se pasaron treinta y dos años. De verdad, no sé que decirte, tampoco por donde empezar. ¿qué deseas en realidad saber? La joven sonrió, y con una voz cálida le dijo.


- ¿Cómo era la vida en 2008? Dime la verdad.


Al mirarse, la mujer buscó en la cajita de sus recuerdos algo que decir a su nieta. Comprendía que buscaba explicaciones para el presente, pero ¿qué decirle? Percibió que algunas cosas en realidad habían cambiado. Ahora el maravilloso Baby H.P. era una realidad, la tecnología era un hecho extraordinario de la humanidad, además... ¿ además qué? En qué pensaba, ¡Dios mío! La violencia había crecido de tal manera, que era imposible salir por la calle, todos tenían el miedo en sus ojos. Uno no se importaba más con nadie. Las personas se miraban como algo desechable. El agua es como una joya preciosa, la naturaleza no más existía. En qué el hombre se había transformado, pensaba. Dio un gran suspiro mientras miraba una vez más por la ventana y le dijo:


- Hija, en realidad muchas cosas cambiaron, no sé decirte si para mejor o peor, solamente recuerdo que en 2008:

Era posible escuchar a los pajaritos cantando,

Era posible sentar en una roca y ver la puesta del sol,

Era posible escuchar el latido del corazón apasionado,

Era posible sentir la amistad,

Era posible... Tantas cosas eran posibles.....

los árboles eran una belleza, tan verdes sus hojas, con flores amarillas,

la naturaleza era única en sus colores y fragancias,

la lluvia era suave y tenía olor a tierra fresca,

la humanidad aún tenía un corazón, aún demostraba amor. Perdóname hija, pero eso es todo lo que puedo decirte por ahora. Sé que hay mucho que contarte pero creo que lo mejor es que intente criar en su memoria sus propios recuerdos.


- Gracias, abuelita. Quizás un día aún nos sea posible revivir la esencia de la humanidad y volver a ser reflejo de algo tan precioso como lo que me has dicho ahora.


Volvieron a mirar por la ventana. Una mirando el pasado, la otra el presente. Siempre con los recuerdos que jamás retornarán y con el futuro aún misterioso, pero siempre con los ojos de algún tiempo a esta parte.

1 comentario:

Elzimar dijo...

Buenos recuerdos tienes!