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ENTREVISTA: Rocío

Mi personaje se convirtió en algo maravilloso

DIEGGO B. NINBAQUE 09/11/2040

Siempre encantó a todos, tal como era. Considerada como la hermosura de una canción, y como la fragancia del anochecer, siempre refrescaba el principio del día de los que la cercaban. Así es Rocío, una brasileña que hizo historia.

No sabemos cuando nació, esta información según su visión no es importante, una vez, que lo más importante no es la edad, sino lo que uno hace en su vida. En 2008, Rocío empezó una historia de proyectos, vivió algunos meses en países de Latinoamérica: Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia. Dedicó su vida a conocer otros pueblos y otras culturas, siempre llevando el amor y la esperanza a aquellos que no más la encontraban.

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Bueno, la entrevista puedes leerla después. No es muy larga y así podrás verme por los ojos de un periodista. No sé porque este chico deseó entrevistarme, no soy cantante, actriz, tampoco escritora, soy una persona como cualquiera. Mientras la leía pensé en mi vida y en las cosas que hice, buscaba una razón para esto, pero no la encontré. Creo que hasta ahora fue una vida llena de alegrías, luchas y desafíos. Sí, viví momentos increíbles. Quizás escribiría mi autobiografía así:

Todo empezó en 2008, cuando leí en un periódico acerca de Voluntarios sin Fronteras (un proyecto para jóvenes que deseaban dedicarse al trabajo voluntario en Latinoamérica). Fueron meses de mucho aprendizaje. Aprendí a hablar un hermoso portuñol J, sí porque lo que hablaba era resultado del convivio con las personas. Comprendí como era importante respetar y aprender con las diferencias. A ver belleza en los pequeños detalles. Cuando regresé a Brasil, volví a la universidad y estudié demasiado la lengua. Mientras estudiaba, participé de vários proyectos en Brasil, Bolivia, España y Argentina. Siempre pensé que lo más importante de la vida era compartir el amor de Dios con palabras y hechos. Por eso, cuando me gradué volví a Chile, donde trabajé por diez años en el proyecto CABAMI, en Antofagasta, allá existían muchas historias de sufrimiento, incluso de suicidio de niños (así como en Calama), este trabajo que empezó con la misionera Maria Ilza, cambió la vida de muchas familias. Después trabajé en Bolivia, Ecuador, Colombia y Venezuela, daba clases de portugués, español. Hacíamos torneos deportivos, entre otras cosas. Dediqué toda mi vida a la voluntad de Dios, sé que parece raro para algunas personas, pero para mí, no hay otra forma de agradecerle por todo lo que hizo en mi vida. Sé que todo aún es poco ante las bendiciones que recibí. Como dije un día deseaba ser un grato perfume al Señor, y fue eso que intenté hacer en estos años. Así también lo pensaba mi marido cuando nos conocimos, sí, me casé, cuando trabajaba en Chile, tuvimos dos hijos naturales, eso lo dije porque los del corazón son muchos, todos frutos de nuestro trabajo. Creo que mi familia fue un gran regalo que recibí, mis hijos ahora prosiguen con el proyecto en Venezuela. Bueno, mi vida se convirtió en algo maravilloso, conocimos a personas y sitios inolvidables. Aprendimos más de las personas que imaginábamos un día hacerlo. Hoy, yo y mi marido estábamos recordando todo lo que vivimos y llegamos a una conclusión: de verdad Dios bendigo nuestra vida, y esto fue y es motivo de alegría.

¡ah¡, si deseas más detalles busque la entrevista en Internet.